sábado, 16 de junio de 2012

"Puer autem crescebat": San David Uribe

«Los hermanos antes citados [sus hermanos mayores Atilano y Vicenta], afirmaban que desde niño manifestaba una marcada tendencia al ministerio sacerdotal. Muchas veces lo vieron jugar a decir Misa y predicar.
Cumplidos los catorce años, manifestó a su padre su ardiente anhelo de ser sacerdote y le rogó le permitiera ingresar al seminario de Chilapa.
D. Juan le negó el permiso aduciendo que los demás hijos también querrían hacer carrera y él no podría tener preferencia por ninguno; por otra parte, añadía el papá, el trabajo era necesario para el sostenimiento de la familia.
Cuantas veces insistía David, encontraba la misma respuesta.
“Un día, narraba su hermano Atilano, nos encontrábamos trabajando en el campo, mi padre, mi hermano David y yo. Platicábamos después de comer cuando de pronto mi hermano se subió a una piedra y comenzó a predicarnos. Como viera que mi padre y yo seguíamos conversando sin prestarle atención nos dio la espalda y empezó a decir a voz en cuello: ‘Vacas y caballos, burros y perros, lagartijas y chapulines… escuchen la palabra de Dios porque los humanos no quieren hacer caso’.
No recuerdo qué más decía porque en realidad no me fijé en él sino en mi padre que lo miraba entre pensativo y sonriente.
Entonces dije: Padre, deje ir a este hombre al Seminario, yo pienso que es pa’ cura. Creo que mi padre pensaba lo mismo porque luego le dio permiso y él mismo lo llevó a Chilapa”».


Tomado del libro Beato P. David Uribe Velasco. Vida y martirio, escrito por el R.P. José Uribe Nieto.

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